Olvídese de las dietas radicales o las hormonas de crecimiento. Si usted busca la longevidad, debería analizar la posibilidad de pasar más tiempo con miembros de la generación más joven, según un estudio en animales.
El estudio -publicado el lunes en los anales de la Academia Nacional de Ciencias- fue realizado con moscas de la fruta y se basa en investigaciones previas según las cuales la interacción con miembros más jóvenes de la especie tendría un papel en el envejecimiento saludable, tanto en humanos como en animales.
Para el experimento, los investigadores criaron miembros de una especie mutante de mosca de la fruta, de corta vida, y ubicaron algunos solos y otros en compañía de otro grupo de moscas más jóvenes, de una especie idéntica pero que vive más tiempo.
Descubrieron que las moscas mutantes criadas junto a las más jóvenes vivieron el doble que las mutantes que convivieron con otras mutantes.
Otros experimentos demostraron además que las mutantes criadas con las más jóvenes habían mejorado sus respuestas físicas y sobrevivieron mejor el estrés ambiental en comparación con el otro grupo.
Los resultados muestran que la interacción social con miembros más jóvenes de la especie confiere beneficios fisiológicos al menos para las moscas de la fruta mutantes, indicó el autor del estudio, Chun-Fang Wu, profesor de biología de la Universidad de Iowa.
No está claro sin embargo cuál es el mecanismo de acción.
Una respuesta a esta interrogante podría tener implicaciones para la salud humana y fundamentalmente en el conocimiento de las enfermedades vinculadas a la edad, como la de Parkinson, Huntington o Alzheimer.
El estudio -publicado el lunes en los anales de la Academia Nacional de Ciencias- fue realizado con moscas de la fruta y se basa en investigaciones previas según las cuales la interacción con miembros más jóvenes de la especie tendría un papel en el envejecimiento saludable, tanto en humanos como en animales.
Para el experimento, los investigadores criaron miembros de una especie mutante de mosca de la fruta, de corta vida, y ubicaron algunos solos y otros en compañía de otro grupo de moscas más jóvenes, de una especie idéntica pero que vive más tiempo.
Descubrieron que las moscas mutantes criadas junto a las más jóvenes vivieron el doble que las mutantes que convivieron con otras mutantes.
Otros experimentos demostraron además que las mutantes criadas con las más jóvenes habían mejorado sus respuestas físicas y sobrevivieron mejor el estrés ambiental en comparación con el otro grupo.
Los resultados muestran que la interacción social con miembros más jóvenes de la especie confiere beneficios fisiológicos al menos para las moscas de la fruta mutantes, indicó el autor del estudio, Chun-Fang Wu, profesor de biología de la Universidad de Iowa.
No está claro sin embargo cuál es el mecanismo de acción.
Una respuesta a esta interrogante podría tener implicaciones para la salud humana y fundamentalmente en el conocimiento de las enfermedades vinculadas a la edad, como la de Parkinson, Huntington o Alzheimer.
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